Entre Normandía y Bretaña
Este viaje nos llevará primero a la denominada “Merveille” o maravilla de Occidente, el Mont- Saint-Michel. Isla situada en medio de una inmensa bahía que invaden las más altas mareas europeas, el Mont-Saint-Michel se convirtió en uno de los mayores lugares de peregrinación del occidente medieval. Podrá admirar la iglesia conventual del siglo XI, y el edificio gótico del siglo XIII cuya construcción representa una verdadera hazaña técnica.
El puerto de Cancale conserva su aspecto tradicional con sus barcos de pesca, sus casas antiguas y su mercadillo de mariscos donde podrá apreciar la degustación de las famosas “huîtres de Cancale” que son ostiones planos y redondos.
La espectacular ruta de la costa “esmeralda” nos llevará después a Saint Malo.
Ciudad de grandes navegantes exploradores y de famosos corsarios, Saint Malo conserva el cachet y el encanto que debía tener la ciudad en el siglo XVIII. Un recorrido por las antiguas murallas le permitirá admirar la belleza de las playas, de las islas cercanas a la ciudad y contemplar los intensos e impresionantes cambios de marea. También podrá visitar el antiguo castillo, el fortín o realizar un paseo en barco para descubrir la costa esmeralda y el rio de la Rance. También podrá saborear las exquisitas crepas dulces o saladas que son la gran especialidad de la región.
Tierra adentro y a orillas del rio Rance se encuentra la ciudad medieval de Dinan. La visita de
Dinan es un verdadero viaje en el tiempo. Podrá admirar las casas de entramado de madera de siglo XV a XVIII así como la basílica de San Salvador, en la que se encuentra el corazón de Bertrand Du Guesclin, gran jefe militar que liberó durante la guerra de los cien años gran parte del territorio francés ocupado por los ingleses.